Parashat Nitzavim

3 septiembre, 2021

 

     Todos tenemos alguna sección de la Torá que nos motiva y nos hace sentido, que nos fortalece en nuestra identidad judía. En pocas palabras, todos tenemos algunos versículos favoritos en la lectura de la Torá. En mi caso, mis versículos favoritos están aquí, en Parashat Nitzavim. En este libro de Devarim, en 30:12 encontramos el famoso “Lo bashamaim hí”, que a más de alguno le parecerá conocido por la suguiá talmúdica del tratado de Baba Metzía del horno de Ajnai, donde Rabí Eliezer discute con el resto de los jajamim por la pureza o impureza de un horno, y que cuando una voz celestial le dice a los jajamim que rabí Eliezer tiene razón después de una acalorada discusión, racional primero y sobrenatural después, Rabí Yehoshua la refuta citando este “lo bashamaim hí”, la Torá (en este caso como Ley, o halajá) no está los cielos.

     Esta cita que hace Rabí Yehoshua es traída de estos psukim, y ciertamente tiene razón al decir que la Torá está en la tierra, para ser vivida en la tierra. Sin embargo, el sentido de estos versículos en la Torá son más profundos que eso. En la Torá leemos de boca de Moshé Rabeinu a Am Israel: “Ciertamente, estos preceptos que les entrego hoy no son tan complejos para ti, ni más allá de tu alcance. No está en los cielos, como para que digas ‘¿Quién de nosotros ascenderá a los cielos para traernosla y la escuchemos, para que podamos obedecerla?’ Ni está más allá del mar para que digas ‘¿Quién de nosotros cruzará al otro lado del mar para que la traiga y la escuchemos y cumplamos?’ . Porque cerca de tí está ella, en tu boca y tu corazón, para que puedas cumplirla“.

    Esta idea que nos presenta la Torá sobre sí misma, es mucho más profunda en Sefer Devarim que en Baba Metzía, a pesar de que Baba Metzía lo trae de modo parcial. En realidad, estos versículos, en mi opinión, resumen todo el sentido del estudio de la Torá: La Torá no es un discurso dado en una torre de Marfil, no es un imposible ni un “abra kadabra”, ni mucho menos un sueño incomprensible. Estudiamos Torá porque es posible estudiarla para vivirla, para reconocer el valor de su enseñanza y para ponerla en práctica. En palabras de Rambam, la Torá está escrita en un lenguaje humano para que podamos entenderla. Pero luego agrega: Está en tu boca y en tu corazón, para que puedas cumplirla. En otras palabras, la Torá debe estar en tu alma, representada por tu corazón, y en tu actuar diario en el mundo, como el comer y hablar, el cómo te relacionas con el resto de la gente representado por tu boca.  Esa Torá es la que nos llama a recibirla cada día, a vivirla cada día, a hacerla realidad cada día. No está en el cielo. Está en ti.

     Y tú ¿Cuáles son tus versículos favoritos de la Torá?

 

Daniel Aarón Cuper S.

Seminarista Bet jai