La Parashá de Jukat es una que está llena de temas diversos, pasando desde la pará adumá por el episodio de la muerte de Miriam y la roca que debía de proveer agua
para el pueblo de Israel, las guerras contra los reyes locales, la muerte de Aarón, serpientes de fuego y la señal de la serpiente de cobre y el emplazamiento del
campamento frente a Jericó, del otro lado del Yardén. Los temas son múltiples y no es fácil abordarlos.
No obstante la amplitud de temas de la parashá, uno resulta bastante llamativo:
El episodio en que Moshé Rabeinu golpea la roca de la cual debía brotar agua, y que finalmente le cuesta la prohibición de ingresar a la tierra prometida.
Frente a esta desobediencia que le cuesta tan grave castigo… ¿Quién no se ha preguntado si el castigo fue exagerado ante tan pequeña falta? ¿Quién no se ha
preguntado si no habríamos hecho tal vez lo mismo cuando un pueblo se ha quejado de su propia libertad desde antes de ser liberado? ¿No habríamos nosotros mismos
agotado nuestra paciencia mucho tiempo antes? ¡Y sin embargo Moshé es castigado por mucho menos! ¿No habrá sido excesivo el castigo de HaKadosh BarujHu? ¿Quién
no se ha hecho esta pregunta?
Jukat, como tradicionalmente se le entiende, es un concepto para referirse a un precepto que no podemos comprender racionalmente. Si bien la parashá abre la
sección de la pará adumá con las palabras “zot jukat haTorá…” de donde entendemos que es un precepto que no podemos explicar racionalmente, del mismo modo podemos
entender que la orden de que Moshé Rabeinu le hablara a la roca era también una juká para él. Rashi intenta explicarlo extrayendo del versículo 20:12 “Ya que ustedes no
creyeron que me santificaría ante los ojos de los hijos de Israel…” y dice: “Si le hubieran hablado a la roca y hubiera dado agua Yo habría sido santificado ante toda la
congregación, ya que habrían dicho: ¿Qué pasa con esta roca que no puede hablar ni oír y no necesita sustento?¡Y cumple con la voluntad del D’s Omnipresente! ¿Con
mayor razón no lo haríamos nosotros?”. Esta explicación de Rashi pone en manifiesto que el hombre no siempre puede comprender racionalmente a D’s. En ocasiones la
explicación racional no es suficiente, y solamente al realizar un precepto podríamos llegar a “experimentar” el por qué del mismo.
Jukat viene a ser un mensaje que nos pone en contacto directo con los límites de nuestra razón. Nos obliga a observarnos como seres limitados frente a una Voluntad
Suprema oculta en la existencia que no siempre seremos capaces de comprender, sino que solamente vivir. Nos pone de cara ante el espejo de la limitación y nos recuerda que
apenas somos un parpadeo en la eternidad.
