{"id":7138,"date":"2017-07-20T15:28:51","date_gmt":"2017-07-20T18:28:51","guid":{"rendered":"http:\/\/www.natangesang.edu.ar\/?p=7138"},"modified":"2017-07-20T15:28:51","modified_gmt":"2017-07-20T18:28:51","slug":"parashat-matot-masei","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.natangesang.edu.ar\/parashat-matot-masei\/","title":{"rendered":"Parashat Matot – Masei"},"content":{"rendered":"

Dos caminos hacia la pureza<\/p>\n

Mosh\u00e9 est\u00e1 a punto de morir. Estamos al final del libro de Bemidbar, en Parashat Matot-Masei. Dios le encomienda una \u00faltima misi\u00f3n: “Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas; despu\u00e9s ser\u00e1s recogido a tu pueblo.”(N\u00fameros 31:2). Mosh\u00e9 entonces se prepara para su \u00faltima batalla y env\u00eda a doce mil hombres, mil por cada tribu, a luchar contra Midian. La Tor\u00e1 omite todo tipo de dato sobre la guerra, en un lenguaje lac\u00f3nico nos dice nada m\u00e1s que Israel sali\u00f3 airoso de la misma junto a un gran bot\u00edn.
\nTenemos entonces a guerreros victoriosos junto a un gran bot\u00edn que vuelven al campamento\u2026 \u00bfC\u00f3mo los recibe el pueblo? \u00bfC\u00f3mo los recibe su l\u00edder Mosh\u00e9? Uno esperar\u00eda que a la vuelta de una gran batalla todas las mujeres est\u00e9n coreando el nombre de los guerreros y que su l\u00edder los aplauda por haber vindicado el nombre de Dios. Sin embargo aqu\u00ed la Tor\u00e1 presenta otra faceta, otra forma de entender la realidad, y est\u00e1s son las primeras palabras que Mosh\u00e9 le anuncia a los soldados incluso antes de pisar el campamento: “Y vosotros, cualquiera que haya dado muerte a persona, y cualquiera que haya tocado muerto, permaneced fuera del campamento siete d\u00edas, y os purificar\u00e9is al tercer d\u00eda y al s\u00e9ptimo, vosotros y vuestros cautivos.(N\u00fameros 31:19)
\nMosh\u00e9 no reivindica la sangre derramada del adversario ni alaba la victoria militar sino que apenas vuelven los soldados les advierte que han quedado impuros. Mosh\u00e9 les dice que la guerra impurifica, que ellos, sus vestimentas y todos sus utensilios han quedado impurificados por haber estado en contacto con la muerte. Al volver de la batalla el pueblo jud\u00edo no celebra la victoria sino que advierte que quien pas\u00f3 por aquella instancia se encuentra en un estado de impureza que necesita un tiempo (una semana seg\u00fan el pensamiento b\u00edblico) para volver a purificarse.
\nNadie sale “limpio” de una guerra. Quitar una vida, a\u00fan cuando sea necesario para salvaguardar la vida propia, la de nuestra familia o la de nuestra naci\u00f3n, nos mancha, nos impurifica y nos deber\u00eda perturbar. Nadie sale puro de la guerra.
\nSin embargo no solo los combatientes necesitaban purificarse sino que todo objeto y toda prenda de ropa deb\u00eda tambi\u00e9n ser purificada cuando volv\u00edan de la batalla. Y el Rav Kook, el primer gran rabino de Israel, nos regala una hermosa ense\u00f1anza a este respecto. Exist\u00eda, seg\u00fan la legislaci\u00f3n rab\u00ednica, dos formas de purificar los objetos que hab\u00edan sido impurificados por alg\u00fan motivo. Uno es el que aqu\u00ed detalla la Tor\u00e1: todo objeto que resist\u00eda al fuego deb\u00eda ser pasado por fuego y todo aquel que no resist\u00eda al fuego deb\u00eda ser sumergido en agua. Luego de haber sido abrasado por el fuego o sumergido en el agua el objeto pod\u00eda ser reutilizado. Sin embargo este era un proceso largo, tedioso y a veces complejo.
\nLos rabinos, sin embargo, suman una nueva posibilidad para purificar los objetos, un m\u00e9todo mucho m\u00e1s simple y r\u00e1pido: simplemente se deb\u00eda agarrar el objeto, hacerle un hoyo en el medio y ya estaba. El objeto (que por estar roto ya dejaba de ser aquel objeto primero que hab\u00eda recibido la impureza) ya es puro nuevamente. Es cierto que es inutilizable pero puro esta.
\nHay veces que la impureza (aquello malo\/negativo) est\u00e1 tan arraigado en nosotros, en nuestros “objetos” o en nuestra sociedad que al parecer la \u00fanica posibilidad es destruir para volver a empezar. As\u00ed sucedi\u00f3 en los tiempos de Noaj donde la corrupci\u00f3n y la violencia eran tan extendidas que la \u00fanica posibilidad era sacudir el mundo, destruirlo, para volver a empezar. Sin embargo, cuando elegimos este camino, sin duda m\u00e1s r\u00e1pido y ciertas veces m\u00e1s eficaz, ya nada queda de nosotros. Este cambio dr\u00e1stico nos hace desaparecer, ya nada queda de nosotros luego de la destrucci\u00f3n, pasamos a ser un nuevo objeto.
\nExiste sin embargo otro camino, un camino m\u00e1s arduo y que lleva tiempo, y para el cual se necesita coraje y dedicaci\u00f3n. Es el camino que nos lleva a purificarnos a trav\u00e9s del fuego y del agua (\u00a1a no tom\u00e1rselo literalmente!). Este camino generar\u00e1 mayores dolores y sufrimientos ya que es un proceso, un proceso que transforma de a poco, que reforma desde la propia esencia y desde las propias fuerzas internas del individuo. Este camino nos lleva a enfrentarnos con aquello que nos impurific\u00f3, a revisar nuestros actos y a replantearnos todo lo que nos hizo llegar hasta donde estamos.
\nDos caminos se nos abren cuando buscamos purificarnos (en otras palabras: limpiarnos de todo aquello que nos hace mal). A veces podemos optar por la revoluci\u00f3n, por quebrar la vasija y dejarla irreconocible. Es el camino m\u00e1s r\u00e1pido, sin embargo nosotros (o lo que nosotros \u00e9ramos) desaparecemos con \u00e9l. Otras veces podemos optar por la transformaci\u00f3n, por cambiar poco a poco, por transformarnos sin hacernos desaparecer, por transformarnos desde lo que nosotros mismos somos. Elijamos sabiamente que camino transitar.
\nShabat Shalom<\/p>\n<\/div>

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