Parashat Haazinu – Rab. Mariano del Prado

10 octubre, 2019

Parashat Haazinu – Rab. Mariano del Prado

Finalmente, Moshé está por concluir este largo discurso que comenzó al principio de Sefer Devarim (Deuteronomio). Ya no sabe qué más hacer para evitar que el pueblo se olvide de D´s, de su ley y de su pacto. Así que decidió realizar un último intento, sólo que esta vez lo hizo en forma de poema y por esa razón se conoce a esta sección con el nombre de Shirat Haazinu.

Bien podríamos decir que toda la trayectoria del desierto está comprendida entre dos cánticos: Shirat Haiam (Shemot 15) y Shirat Haazinu (Devarim 32). Moshé retoma entonces sus palabras de una manera que no lo había hecho anteriormente. No se dirige solamente al pueblo, se dirige al universo. (Oíd cielos… y escuche la tierra…), como poniéndolos por testigos de sus dichos.

La parashá está llena de imágenes de la naturaleza:

  1. La lluvia que hace posible el milagro de la vida en la tierra inerte, representa a su mensaje y espera que el pueblo reviva y florezca en la tierra a la cual está a punto de entrar.
  2. La roca es lo único seguro en medio de un paisaje de arenas llevadas por el viento. Es la seguridad, la duración, la fortaleza, es la metáfora preferida por la Torá para referirse a D´s.
  3. El desierto, lugar de soledad, donde quienes no son parte del paisaje, no pueden sobrevivir. Allí sale D´s al encuentro de su pueblo, al cual Él rodeó y protegió.
  4. El águila que despierta a sus pichones, los alerta de los peligros, los alimenta, extiende sus alas para protegerlos y los lleva en su plumaje. Es ésta otra de las imágenes preferidas de la Torá para representar el cuidado de D´s por los hijos de Israel.
  5. El ganado bien alimentado, símbolo de la abundancia que encontrarían en la tierra prometida.
  6. Las cosechas abundantes que produciría la tierra, símbolo de que esa tierra no le sería hostil al pueblo que estaba por asentarse en ella.
  7. El fuego, que todo lo consume, es la imagen que ilustra de alguna manera la disconformidad de D´s cuando, rodeados de abundancia, se pierde la noción de los orígenes y el orgulloso corazón humano comienza a depender de sí mismo. .

Luego de años de lucha por el desierto, Moshé miró hacia atrás y vio que los caminos de D´s habían sido justos, que no hubo ni hay injusticia en Él. Pero a pesar de ello, Moshé sabe que la generación que nació en el desierto, no vio los milagros de la salida de Egipto, no supo en carne propia qué era la esclavitud. Por eso apela a la memoria de los pocos que sí sobrevivieron a la trayectoria del desierto, que conocieron los duros comienzos y que confiaron en la promesa de una tierra desconocida. Finalmente le dijo a los más jóvenes que vayan a los mayores del pueblo y que pregunten por los inicios a fin de comprender cuál ha sido su pasado y poder proyectar así su futuro.

El mensaje del anciano líder no conoce las limitaciones del espacio o el tiempo . Nos llega a través de los milenios con la esperanza de ver florecer en el pueblo, la semilla eterna de una vida judía plena, con sus colores, sus fragancias y sus frutos.

La consigna en torno a la cual gira el mensaje de la parashá es no olvidar, pero para eso hay que conocer, investigar, indagar en las fuentes y en la experiencia de nuestra historia milenaria. Sólo entonces, tendremos la posibilidad de reverdecer y proyectar la continuidad que nuestro pueblo merece y necesita.

Shabat Shalom!!!