Resumen Parashat Shlaj Lejá

8 junio, 2018

Shelaj Lejá (FRAGMENTOS)

El inicio de Parashat Shelaj Lejá que leemos esta semana comienza mencionando a estos doce elegidos.

Por la tribu de Reuvén: Shamúa ben Zakur. Por la tribu de Shimón: Shafat ben Jori. Por la tribu de Iehudá: Kaleb ben Iefuné. Por la tribu de Isajar: Igal ben Iosef. Por la tibu de Efraim: Ioshúa bin Nun. Etc. etc…

Según el RaMbaN las tribus son nombradas en orden según la grandeza personal de cada uno de los espías. Es decir, aquellas tribus cuyos espías tenían mayor envergadura personal -ya sea por sabiduría o por prestigio- son mencionados en primer término.

El día que esos doce representantes fueron enviados a Eretz Israel, todo el pueblo supo por qué habían sido elegidos.

Pero a su regreso -cuarenta días después- les esperaba la auténtica prueba: demostrar que habían sido merecedores de ese honor.

El buen nombre es el bien más preciado que puede tener un ser humano. Y hay una diferencia con el resto de los bienes que podemos conseguir en vida.

El buen nombre, por el contrario, no se hereda. Adquirir buena reputación es asunto personal, no es un bien de familia. Allí solo cuenta uno, sus acciones y sus omisiones, sus palabras y sus silencios.

Pero sobre todo, cuenta la capacidad que tenemos para mantenerla y poder mantener siempre la corona del buen nombre sobre nuestras cabezas.

Rabino Gustavo Szurazki