Resumen Parashat Ekev

1 agosto, 2018

Parashat Ekev (Fragmentos)

La parashá de esta semana nos dice: “Veabtem et haguer ki guerim eitem beretz mitzraim”, “Amad al extranjero, ya que extranjeros habéis sido en la tierra de Egipto”(Devarim 10:19). La Torá nos ordena a amar al extranjero, al diferente. No nos dice que los toleremos, “soportemos”, respetemos sino, nada más ni nada menos de que lo amemos. ¡Qué difícil pedido! Solamente amándolo, siendo sensibles a su manera de ser, poniéndonos en sus zapatos, comprendiéndolo es que podremos no discriminarlo.

Interesante que explica que debemos amarlo porque nosotros también, en un momento o en varios, fuimos extranjeros. Y por este motivo, al ser judíos, diferentes, por no calzar con el ideal de la sociedad, nos odiaron durante generaciones. Sin ir muy lejos, en estos días tan complicados también sentimos este desprecio tanto en Israel como en diferentes partes del mundo. Al tener la experiencia de  dolor y sufrimiento por ser marginados, junto a sentimientos de soledad y vulnerabilidad; es que podemos entender profundamente al otro que vive una situación similar a la que hemos vivido.

La Torá no apunta a lo racional, a la lógica sino a la dimensión emocional; la que no podemos olvidar. El recordar nuestro pasado de discriminación es los que nos puede ayudar a amar sinceramente a nuestro prójimo.

A pesar de los grandes avances de las diferentes declaraciones de derechos humanos, seguimos viviendo en sociedades que discriminan, que se burlan del diferente en sus distintos aspectos, como ser religioso, cultural, sexual, generacional, de género, color, etc., etc. y lo perciben como “feo”,  sólo por ser distinto. El desafío, como nos dice la Torá, es poder amarlo, celebrar la diversidad y enriquecernos de las diferencias.

Quiera D”s ayudarnos a ser más sensibles y comprensivos y no tan crueles y severos. Que podamos amar a quien sea diferente de nosotros y enriquecernos justamente de esas diferencias. Nos humillaron cuando fuimos extranjeros, no hagamos lo mismo con nuestro semejante. Más que burlarnos o despreciar, deberíamos celebrar  la gran diversidad que existe entre los seres humanos.

Quiera D”s, en estos momentos tan complicados, podamos levantar y que el mundo entero levante en alto los estandartes de respeto, amor y paz; y que las diferencias sean una fuente de enriquecimiento mutuo, de convivencia y un motivo de celebración.

¡Shabat Shalom!

Rabina Daniela Szuster