Resumen Parashat Jaiei Sará

31 octubre, 2018

Parashat Jaiei Sará

Fue la vida de Sará cien años y veinte años y siete años, años de vida de Sará…” (Génesis 23:1)

“Junto a cada cifra aparece la palabra años para decir que cada una de ellas representa una edad y tiene su propio significado…” (Rashi, Ibíd.)

Cuenta la historia que un hombre llegó de visita a un pequeño y pintoresco pueblito. Allí un guía le fue mostrando las atracciones lugareñas. Entre estas se encontraba el cementerio, que exhibía unos monumentos funerarios de extraña belleza. Mientras caminaban entre las tumbas el hombre sentía que un asombro creciente lo iba invadiendo. No era para menos, al leer las inscripciones de la mayoría de las tumbas veía que en estas decía: “… murió a los cinco años…”; “… murió a los siete años…”, y así sucesivamente.

Cuando salieron del cementerio el hombre no pudo reprimir la curiosidad.

“¿Por qué es tan alto el nivel de mortalidad infantil en este pueblo?” Preguntó.

“¿Por qué lo dice?” Interrogó asombrado el guía.

“Estuve viendo las edades que figuran en las tumbas, y la mayoría son niños”.

“No es así” dijo el otro con una sonrisa. “En realidad acá el promedio de vida es muy alto, lo que ocurre es que cuando alguien fallece, según una antigua costumbre, en vez de poner la edad cronológica, hacemos el cálculo en años de logros de esta persona, pues no es lo mismo el tiempo que se puede pasar comiendo, durmiendo o simplemente dedicándose al ocio que el tiempo que uno dedica a hacer cosas positivas.

Nuestra Madre Sará vivió cien años y veinte años y siete años, cada uno de los días de estos 127 años fue un día de logros, de superación, de servicio al Creador, un día vivido con plenitud hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo. O sea que en ella el tiempo físico y el tiempo espiritual fueron uno y lo mismo.

También nosotros debemos procurar vivir nuestros años con plenitud, como nuestra madre Sará, consagrando cada instante a elevarnos y elevar nuestro entorno, pues esa es la misión para la que hemos venido a este mundo: perfeccionarlo a través de nuestros actos para crear en él una “Morada para Di-s en la Tierra”.

Shabat Shalom uMevoraj!