El Omer | Una oportunidad para nuestro Tikun

24 abril, 2019

La cuenta del Omer – Rabino Ariel Stofenmacher

El Omer | Una oportunidad para nuestro Tikun

“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno” (Génesis 1:31).

De acuerdo al misticismo judío, el estado de completitud del mundo se sostiene en la existencia de los siete atributos sobre los cuales él está basado: Jesed (Bondad-Amor), Guevura (Fortaleza-Temor a Dios), Tiferet (Armonia), Netzaj (Eternidad), Hod (Esplendor-Paz), Iesod (Fundamento-Moralidad), Maljut (Soberanía de Dios). Cada uno de los atributos está relacionado con el otro, y no pueden existir en forma separada ni en el vacío. El mundo mismo fue creado con estos atributos como su basamento por el Todopoderoso.

Sin embargo, debido a la expulsión de Adam y Java del Gan Eden, la presencia de dichos atributos quedó opacada durante cientos de años, y sólo gracias a la acción reparadora de nuestros patriarcas y matriarcas, se nos revelaron nuevamente en todo su esplendor. No obstante, tanto en un plano estrictamente personal como en uno de la humanidad toda, algunas de nuestras acciones y errores nos alejan del ideal que nos plantean estos atributos, y al alejarnos, hacen mella en nuestras almas, en nuestra integridad como individuos creados a imagen y semejanza de Dios. Se oculta así un poco del reflejo de la Divinidad en nosotros, y disminuye nuestro acercamiento a Él.

Afortunadamente, cada año, tenemos la oportunidad de reparar (le-Taken) lo que se ha lastimado. De volver a acercarnos, de sanar nuestras almas dolidas y de ayudar a otras. Las siete semanas que transcurren entre Pesaj y Shavuot nos proponen recorrer los siete atributos y las combinaciones entre ellos. Repasarlos uno a uno. Revisar nuestras vidas a la luz de ellos. Comprometiéndonos a abandonar algunos hábitos que dañan y a emprender acciones sanadoras.

Este periodo de la cuenta del Omer es el tiempo propicio para reeditar la gesta de nuestros antepasados, y completar la salida que comenzamos en Pesaj, de nuestras propias estrecheces personales, nuestros propios “mitzraim”, y llegar a la libertad verdadera que se logra sólo con la aceptación de la Torá en Shavuot.

¡Jag Sameaj! ¡Shabat Shalom!