Parashat Vaiakel – Pekudei

24 marzo, 2017

Moisés exhorta a los israelitas a que cumplan con el Shabat. Incluso las labores de construccion del Mishkán (Tabernáculo) deben suspenderse para guardar el Shabat. Moshé recolecta oro, plata, piedras preciosas, cueros de animales y tejidos para los distintos elementos del Mishkán, así como también incienso y aceite de oliva para la Menorá (Candelabro) y para las unciones.
Los Príncipes de cada una de las doce tribus traen piedras preciosas para el pectoral y el efod del Cohen Gadol (Gran Sacerdote) y todos los Bene Israel realizan tantas contribuciones que Moshé comienza a solicitar que no traigan mas. Se diseñan cortinas especiales con dos fundas diferentes para servir como material para el techo y la puerta del Mishkán. Se erigen las paredes del Mishkán. Betzalel erige el Aron Hakodesh (Arca), que contiene las Tablas de la Ley y lo hace de madera cubierto con oro por dentro y por fuera. En la funda del Arca se hacen dos kerubim (pequeñas figuras) enfrentadas y con las alas abiertas.
La Menorá y la mesa con los panes son también hechas de oro. Se construyen los dos altares, uno de oro y otro de cobre.
PEKUDE:
Con Pekude finaliza Exodo, el segundo libro de la Torá. Después de terminar todas las diferentes partes, vasijas y ropas usadas en el Mishkán, Moshé hace un recuento y una enumeración exhaustiva y precisa de todas las contribuciones y de todo lo confeccionado.
Inspecciona todo el trabajo, advierte que todo fue hecho de acuerdo a lo ordenado por Di-s y bendice al pueblo. Di-s habla con Moshé y le dice que el Mishkán debe ser inaugurado el primer día del primer mes, Nisan, explicándole el orden en que se debe ser armado. Moshé cumple con el mandato del modo prescripto. Cuando el Mishkán queda listo, con cada elemento en su lugar correspondiente, desciende una Nube como señal de que la Presencia Divina se posa sobre él.
Cada vez que la Nube se aleja del Mishkán, los Hijos de Israel van tras ella en su travesía por el desierto.
De noche, la nube es reemplazada por un pilar de fuego.

aporte de nuestro querido Eduardo Lapidus