Parashat Lej Leja

14 octubre, 2021

Al llegar a la parashá de Lej Lejá, probablemente se nos hace muy difícil separar la lectura de la Torá en esta sección del midrash de Abraham Avinu en que se decide a destruir los ídolos que fabricaba su padre a excepción de uno, al cual acusó de destruir a los demás, de modo que cuando Teraj le dijera “Tu me crees tonto? !Estas son estatuas que yo hice!” Abraham le respondería “¿Escuchas lo que acabas de decir?”. 

Esta historia ilustrativa, nos muestra cuál es el sentido de la parashá de Lej Lejá. En realidad, en Hebreo bastaba con decir solamente “lej”, vete a la tierra que te prometo a ti y a tu descendencia. Ese “Lejá” pareciera estar de más, ya que se entiende como un “para ti / hacia ti”. Sin embargo, para quienes deseamos estudiar la Torá como un libro en que no hay palabras de más, ese lejá nos abre una dimensión mucho más profunda de la enseñanza de la Torá en su literalidad. Uniendo ese lej con lejá, entendemos que la Torá no nos habla solamente de la tierra prometida a nuestros ancestros, sino que va acompañado de ese “vete hacia ti”, hacia tu interior. El camino a la tierra Santa es un camino de la búsqueda interior de la santidad en cada uno de nosotros, es el camino hacia la intimidad de nuestro ser y preguntarnos qué es lo que D’s espera de nosotros. Ese diálogo interno con nuestro Creador es el espacio en nuestro ser donde destruimos esos ídolos que nos rodean en nuestras vidas, del mismo modo que Abraham Avinu hizo con los ídolos de su padre. Ídolos hay en todas partes: en el egoísmo y la arrogancia, el hedonismo y la satisfacción inmediata, etc ¡Ídolos sobran!

Realizar ese “vete hacia ti” es el deber de reconocer que cosas son un medio y que es un fin. Es poner en perspectiva que es lo que estamos haciendo con nuestras vidas y cuestionarnos si lo que estamos haciendo nos lleva a nuestro objetivo vital, a esa tierra santa prometida a nuestros patriarcas.

 

Shabat Shalom Umeboraj.

 

Daniel Aarón Cuper S.

Seminarista Bet Jai