Parashat Vaietzé

27 noviembre, 2020

Parashat Vaietzé – Rabino Ruben Saferstein

Parashat Vaietze relata la historia del Patriarca Iaacov cuando sale de sus hogar paterno en dirección a la zona de Jaran, morada de la familia de sus abuelos, Abraham y Sara.

Fue la pelea con su hermano Esav la que provocó que abandonara su casa y debiera permanecer por espacio de más de veinte años fuera de la tierra de Israel. Allí formaría su familia constituida por sus esposas y la llegada de sus hijos e hija quienes formarían más adelante las Tribus de Israel.

La llegada de la noche luego de la salida de Canaan le hizo pernoctar en un lugar que sería llamado Bet-El hasta nuestros días. Allí Iaacov tuvo un sueño muy conocido en el que aparecía una escalera y Ángeles que subían y bajaban de ella. Ese sueño fue muy dramático y provocó una conmoción muy grande en Iaacov al sentir allí la presencia divina. D´s le garantizó el pacto hecho con su padre y su abuelo en cuanto a la numerosa descendencia por un lado y por el otro la promesa de no abandonarlo a pesar del exilio de Iaacov.

“… La tierra sobre la que tú estás acostado, a ti te la habré de dar y a tu descendencia. Y será tu descendencia cual polvo de la tierra e irrumpirás hacia el occidente y el oriente y hacia el norte y el sur. Y serán bendecidas por tu causa todas las familias de la tierra y por la de tu descendencia.

Y he aquí que yo estoy contigo y te protegerá dondequiera que tú anduvieres y te haré retornar a esta tierra, pues no habré de abandonarte hasta que haya hecho lo que he hablado a tu respecto.” (Génesis 28:13-16)

El comentarista Abarbanel citado por el Rabino Mordejai Edery escribió al respecto:

“Aunque estés saliendo de la tierra de santidad, no pienses que serás abandonado por Mí, pues yo habré de cuidarte en todo lugar en donde vivieres, y allí también volverás a la tierra de promisión pues allí tendrás la protección y la providencia completas”

Estos párrafos hablan acerca de la historia futura del pueblo de Israel a lo largo y a lo ancho del mundo con un trato que varió de lugar en lugar y de tiempo en tiempo. Regiones donde el pueblo judío pudo desarrollarse en paz y donde hubo persecuciones y matanzas como conocemos tan bien.

Sin embargo la Torá describe que la Tierra de Israel fue prometida al pueblo de Israel y gracias a D´s esa promesa ha sido realidad en el Estado de Israel hoy, abierto a la inmigración de todos y cada uno de nuestros hermanos en los distintos países del mundo.

Quizás por ello y por tantas otras razones, Israel, la coyuntura política que vive, la relación con los países vecinos; las conversaciones de paz y todo el marco que le rodea son tan importantes porque sigue siendo la referencia para el mundo judío en la diáspora. Vivimos en las comunidades del mundo pero miramos a Israel, porque desde allí como dice el Salmo, “saldrá la Torá”, la enseñanza que nos nutre día a día. Más que nunca la Torá debe ser guía de nuestra vida y sin duda las historias de nuestros patriarcas nos enseñan a conducirnos en nuestros caminos y en este tiempo más allá del paso del mismo. La Torá sigue siendo un texto vigente y claro como pocos y D´s quiera que sigamos encontrando lecciones en ella.

Shabat Shalom